El pasado viernes 12 de enero el parque de bomberos de Torrelavega fue testigo de un acto heroico que salvó la vida a un niño de dos años que se estaba ahogando. Sobre las 14:00 horas de ese día, relata la Policía Local, se persona allí “una furgoneta que venía a gran velocidad con una pareja y su hijo de dos años totalmente atragantado”.
El niño llevaba unos minutos sin respirar, y estaba “comenzando a amoratarse”, según el relato. Así que los padres decidieron parar inmediatamente en el parque de bomberos de la ciudad de Torrelavega porque “veían que no llegaban al Hospital Sierrallana”. Una “decisión muy acertada”, creen los agentes de policía.
Una vez allí, los bomberos emprendieron la maniobra de Heimlich al pequeño, y con “excelente resultado”, consiguiendo desatascar la gran parte de la vía y pudiendo ganar tiempo mientras acudía la ambulancia.
Pero la historia no había terminado, porque el menor empezó a convulsionar, y es entonces cuando fue trasladado y tratado por los servicios sanitarios en el Hospital Valdecilla, donde “se recuperó satisfactoriamente”, según el informe.
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