Comillas cerró el año 2021 con una tasa de criminalidad de 18,7 infracciones penales por cada 1.000 habitantes, 15 puntos por debajo de Cantabria, según se ha detallado este martes en la Junta Local de Seguridad.
La delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, y la alcaldesa de Comillas, María Teresa Noceda, han presidido la reunión en la que se ha realizado un balance de seguridad del municipio, y en la que han participado el coronel jefe de la Guardia Civil de la región, Antonio Orantos, junto a otros mandos de este Cuerpo, y el jefe de la Policía Local, entre otros.
En el balance de seguridad, el municipio experimentó un repunte en los delitos conocidos el pasado ejercicio, si bien representan el 0,5% de todos los cometidos en la región.
En cuanto a la tasa de criminalidad de Comillas, teniendo en cuenta su población y la afluencia turística, se situó en 18,76 infracciones penales por cada 1.000 habitantes.
De los delitos de patrimonio, descendieron los robos con violencia, y hubo dos más con fuerza que el año anterior, aunque los perpetrados en establecimientos se redujeron un 66%.
Los hurtos, que principalmente se dan en verano, se situaron en cifras prácticamente similares a las doce meses antes, ya que solo se constataron cuatro más.
De estafas con el uso de las nuevas tecnologías, hubo 12 denuncias más, y sobre delitos contra las personas, se conoció una más por lesiones pero descendieron las amenazas respecto a 2020.
Por lo que respecta a la eficacia, el esclarecimiento de delitos aumentó un 160%, lo que supone 24 delitos más que un año previo. Así, hubo 18 detenidos o investigados, cifra igualmente superior a la del año 2020.
En cuanto a las infracciones administrativas, la Guardia Civil realizó más de un centenar de actuaciones, de las que más del 60% estuvieron dirigidas al cumplimiento de las leyes sanitarias para la prevención de la expansión de la COVID-19.
