El colectivo Cantabria No Se Vende ha acusado a los gobernantes cántabros de actuar como "títeres" de la patronal turística y hostelera y de anteponer los intereses de ésta al del conjunto de la sociedad, algo que, según considera, está generando "graves consecuencias" sociales, económicas, medioambientales" y también sanitarias puesto que, a su juicio, la pandemia en la comunidad está "descontrolada".
En un comunicado, CNSV denuncia que se ha pasado de tener a mediados de junio la situación sanitaria "relativamente controlada" a tenerla a finales de agosto "descontrolada" y ello --señala-- mientras el Gobierno regional (PRC-PSOE) "saca pecho" por las cifras del turismo.
"La alegría del sector turístico por las cifras de agosto contrastan con la precaria situación en la que se encuentran la sanidad, la educación o residencias de mayores, que sufren los recortes yel agravamiento de la pandemia. Tampoco tienen motivos para celebrar tantos trabajadores del sector, que tras un periodo de empleo precario tendrán que enfrentarse ahora a la temporalidad en un contexto agravado. O los propios negocios que han hecho las cosas bien pero van a sufrir un endurecimiento de la situación en los próximos meses", ha aseverado.
Y es que, según ha señalado, llega septiembre "con la pandemia descontrolada y los efectos que esto produce sobre todos los sectores sociales y económicos".
CNSV ha abogado por "repensar" el actual modelo turístico, a su juicio, "insostenible" y "reconvertirlo hacia otro desestacionalizado, regulado, integrado y que cuide el patrimonio".
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