El Club Ciclista Meruelo vive semana viviendo como profesionales

Poco a poco, pasito a pasito, el Club Ciclista Meruelo sigue alcanzando hitos. Elevando el techo de sus metas. Uno de esos momentos fueron las dos pruebas UCI consecutivas que disputó el Río Miera-Cantabria Deporte en Burgos y Durango. Frente a equipos de primer nivel como el Mitchelton-Scott o el Alé Cipollini, habituales en las mejores citas del WorldTour, el conjunto cántabro no fue un mero equipo de relleno.

De hecho, fue el único conjunto no UCI invitado a la ronda burgalesa y, hasta prácticamente la última etapa, Irene Méndez estuvo en los tiempos de las que pelearon por la general. Sólo Carla Nafría, por enfermedad, tuvo que bajarse de la bici. En Durango, después de estar en varios cortes importantes, el definitivo se terminó marchando y no se pudo pelear por un éxito todavía mayor. Pero lo mejor no fue lo deportivo. Lo mejor fue lo humano y la experiencia de vivir, como cariñosamente se decía en el grupo, ‘como una pro’ durante una semana. Sandra Trevilla, Irene Méndez, María Medina y Elena Pérez completaron las dos pruebas consecutivas, mientras que Paula Díaz compitió en Burgos y tanto Aida Nuño como Nerea Nuño hicieron de refuerzos en Durango.

Para Elena Pérez, por ejemplo, ha sido una mezcla de “ilusión y miedo”. Por una parte, la experiencia de poder estar con algunas de las grandes figuras del pelotón internacional y, sobre todo, verse con ellas cuando la carretera se ponía cuesta arriba. Por otra, la certeza de que un despiste costaría caro: “Si no me colocaba bien, sabía que podía pagarlo. Y el ritmo ha sido alto y también temía no poder aguantarlo”.

Irene Méndez, la mejor clasificada en la general, tenía como principal preocupación “la gestión de la fatiga”. Tanto a nivel físico como mental. “Era la primera vez que afrontaba tantos días seguidos corriendo”. Pero al final todo acabó incluso mejor de lo que podría esperar: “Mis expectativas eran incluso algo inferiores al resultado final, mis compañeras han brillado y avanzado a pasos agigantados conforme avanzaban los días”.

Todas coinciden en que compaginar ambas carreras ha sido “un reto enorme” que les ha permitido crecer como ciclistas y, también, madurar aún más como bloque. Algo importante para una estructura como la cántabra, que aspira a ser equipo UCI en un futuro próximo y está dando los pasos necesarios para ello.

Para María Medina, que apenas lleva dos temporadas completas encima de la bicicleta, afirma que se ha sentido “mejor de lo esperado”, pero también se le ha hecho larga. “Al final se hacía largo y en la Durango llegué a pensar que no podría acabarla. Pero estas cosas son las que te hacen crecer como corredora”. La escaladora malagueña llegó a pensar que no acabaría en la cita vasca: “Mira que me gustan las cuestas arriba, pero creí que no me iban a dar las fuerzas”.

La capitana Sandra Trevilla valora el esfuerzo realizado por todo el equipo, tanto las que completaron los cinco días como el resto de compañeras que disputaron una u otra prueba, caso de Nafría o de Aida y Nerea, ‘las Nuños’ del equipo: “Hemos salido muy reforzadas. Después de los primeros nervios el equipo mejoró cada día pese a que las etapas eran cada vez más complicadas”.

Para la directora, Cris San Emeterio, era ante todo una “oportunidad de aprendizaje” y de correr bajo presión de responder positivamente a una organización de una carrera UCI: “Podemos estar muy satisfechas con los resultados y el esfuerzo de todas. Hemos demostrado que estamos en la buena línea, apostando por ellas, por ir paso a paso”, explica. Y el presidente del club, José Luis San Emeterio, se queda con lo que ha “disfrutado” de ver a las ciclistas “crecer y competir” frente a equipos del más alto nivel. “Por supuesto, agradezco a la familia Elorriaga y a Marcos del Moral y su equipo de Burgos la confianza en nuestro proyecto para formar parte de su carrera. Es importantísimo para nosotros”.

El proyecto es claro y el rumbo que debe llevar también. Por primera vez, las ciclistas del CC Meruelo han podido medirse durante casi una semana a lo mejor del ciclismo femenino mundial. Y más allá de los resultados, lo mejor es el crecimiento como equipo que ya nadie podrá arrebatarles.