Bomberos del Servicio de Emergencias Cantabria 112 del Gobierno de Cantabria han extinguido el domingo por la tarde un incendio en una habitación de una casa rural ubicada en la localidad de Vega de Pas. El incidente no provocó heridos, dado que los inquilinos avisaron al Centro de Gestión 112 y los servicios de emergencias actuaron con celeridad.
Cuando se prendió el colchón de una de las habitaciones de la vivienda, los inquilinos consiguieron confinar rápidamente el incendio cerrando dicha habitación y el resto de habitaciones de la casa, cubriendo con toallas mojadas todas las puertas. Esta actuación favoreció que el calor no prendiera en llamas las otras estancias.
Según ha informado hoy el 112, el incendio se produjo en una casa rural situada en el kilómetro 2 de la carretera autonómica CA-631. Se trata de una construcción de dos plantas, de 68 metros cuadrados cada una, con estructura y techos de piedra, paja y madera. En la planta inferior se encuentra el sótano donde se guardan la leña y herramientas, y la planta de la vivienda tiene tres habitaciones, un baño, una cocina y un salón pequeño.
El Centro de Atención de Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria recibió la llamada de aviso a las 17.40 horas del domingo y movilizó a los bomberos autonómicos del parque de Villacarriedo, a personal sanitario del 061 de manera preventiva, junto a agentes de la Guardia Civil.
Los bomberos, que acudieron con una bomba rural pesada y un camión nodriza, localizaron el foco del incendio en una habitación, cuyo colchón había ardido, y aunque había mucho humo, consiguieron extinguirlo rápidamente dado que el fuego estaba bastante confinado.
Pero al arder la madera a nivel del suelo se comunicó con la planta inferior del sótano, donde caían chispas y rescoldos. Entonces los efectivos bajaron a controlarlo, refrescando con agua y revisando con cámara térmica.
La labor más compleja fue el saneamiento del tejado de la habitación afectada, que contenía una capa de paja que había cogido temperatura. Fue necesario desmontar 3 por 2 metros de losas de piedra y retirar la paja caliente y la madera que se encontraba en el interior para que no colapsara el tejado completamente.
Una vez controlado, revisaron todo con cámara térmica para asegurar que no hubiera posibles focos secundarios que pudieran reavivar el fuego.
