Medio centenar de voluntarios acondicionan la escala para salmones de El Arral, en Liérganes

Voluntarios acondicionan la escala para salmones de El Arral, en Liérganes
photo_camera Voluntarios acondicionan la escala para salmones de El Arral, en Liérganes

Casi medio centenar de voluntarios se reunió en la presa de El Arral, en Liérganes (Cantabria) el pasado domingo para retirar el exceso de sedimentos y residuos en la recientemente habilitada escala para salmones y dejarla así lista para el próximo remonte de los peces en los meses fríos.

La jornada, organizada por Fundación Naturaleza y Hombre (FNYH), formaba parte del proyecto europeo LIFE Miera, que durante más de cuatro años ha velado por la conservación de la biodiversidad en la cuenca del río desde su nacimiento hasta su desembocadura.

Tras una breve explicación por parte de Asier Saiz, el ingeniero que ideó el paso, todos los participantes se afanaron en limpiar pequeños restos y sedimentos que pudieran obstaculizar un futuro remonte de los salmones y otros peces. Además, también limpiaron de residuos y basura el entorno de la presa, declarada Bien de Interés Cultural, según ha informado este jueves en un comunicado la Fundación.

Como parte del proyecto LIFE Miera, el año pasado se crearon pasos para salmones en los tres azudes con que cuenta la localidad. Ya en Navidad se vieron salmones a la altura del Puente Mayor, lo que supuso un hito, pues hacía más de 200 años que no podían superar la primera presa, la de Revolvo (o Regolgo), que era infranqueable.

En El Arral, un azud muy querido en la localidad, se optó por una solución que permitiera el remonte de los salmones de la forma que menos interfiriera con la conservación de este Bien de Interés Cultural, de modo que, en la margen izquierda, y totalmente separada de la obra original, se acondicionó una escala de artesas (una especie de escalera para peces).

El remonte del salmón al curso alto del río supuso la culminación del proyecto LIFE 'Conservación de la biodiversidad en el río Miera', que durante más de cuatro años llevó a cabo distintas actuaciones de protección y fomento de la fauna y flora autóctonas, entre las que destacó una intensa labor de reforestación, y que favorecieron la presencia de especies como la nutria europea o el salmón atlántico en una Zona de Especial Conservación (ZEC) de la Red Natura 2000.

El proyecto, desarrollado gracias al programa europeo LIFE de conservación medioambiental, estuvo coordinado por Fundación Naturaleza y Hombre y contó con la colaboración de la empresa pública MARE y la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, así como con el apoyo de Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica.