En lo profundo de Cantabria, entre el bramido del mar Cantábrico y las colinas cubiertas de bosques, se esconde un secreto que muy pocos conocen: tres cementerios que encierran historias misteriosas y belleza inquietante. Aunque la mayoría asocia los camposantos con la quietud y la serenidad, los cementerios de Ciriego en Santander, Comillas y La Ballena en Castro Urdiales son diferentes. ¿Quieres saber por qué? Sigue leyendo.
Estos campos de descanso final son más que lugares de memoria; son testigos de la creatividad humana y la evolución de una región. Acompáñanos en este recorrido por tres de los cementerios más bonitos de Cantabria, donde la belleza se entrelaza con el misterio y donde la memoria, el arte y lo desconocido convergen en una narrativa que pone los pelos de punta.
Cementerio de Ciriego, Santander: Un Rincón de Historia y Escultura en las Sombras
Situado en una colina, el cementerio de Santander se alza como un testigo silente frente al mar, de la rica historia de la ciudad y la región. A medida que el sol se pone y la oscuridad comienza a cubrir el paisaje, los senderos empedrados de este cementerio adquieren un aura misteriosa. Las tumbas y mausoleos, muchos de ellos con más de un siglo de antigüedad, parecen cobrar vida en la penumbra. Las esculturas que adornan sus tumbas cuentan historias enigmáticas y la mezcla de estilos arquitectónicos, desde el neogótico hasta el modernismo, crea una sensación de diversidad y singularidad que podría recordarte a un escenario de cuento de terror.
Ciriego es una necrópolis con gran riqueza patrimonial. La diversidad de panteones, sepulturas y monumento son ejemplo de la riqueza de la producción funeraria en el país, ejecutadas por profesionales con experiencias en construcciones funerarias y modelos iconográficos. Entre las tumbas notables se encuentra el mausoleo de Menéndez Pelayo, una figura histórica que parece acechar en las sombras, creando una sensación de misterio en cada rincón de este camposanto. Si quieres descubrirlos todos, no puedes perderte una de las obras arquitectónicas de mayor relevancia del cementerio de Santander, el panteón de Adolfo Pardo.
Cementerio de Comillas: Donde la Arquitectura Gótica y el Modernismo Catalán se Abrazan en la Noche
El cementerio de Comillas es más que un simple camposanto, es una obra de arte arquitectónica en sí misma. En la oscuridad de la noche, las lápidas y los mausoleos se revelan bajo la luz de la luna, creando un ambiente surrealista. Este camposanto es un homenaje al modernismo catalán, con elementos arquitectónicos únicos que lo convierten en uno de los cementerios más hermosos y misteriosos de España.
Por si esto fuera poco, este cementerio oculta un oscuro misterio que ha intrigado a generaciones enteras. Enclavado en los terrenos de una antigua iglesia gótica del siglo XVI, la iglesia fue abandonada tras un incidente durante la misa mayor de un domingo. Los rumores cuentan que estalló un enfrentamiento entre varios vecinos y el administrador del duque del Infantado, todo debido a la cesión de asientos reservados. Hartos de opresión y desprecio por parte del duque, los feligreses se rebelaron abiertamente y junto al regidor de la villa, decidieron construir un nuevo templo donde no existieran privilegios, lo que dio lugar a la actual parroquia comillana, en el centro del pueblo.
Con el tiempo, la antigua parroquia fue convertida en un cementerio. Sin embargo, las sombras del pasado aún rondaban sus ruinas. El arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner, fue el encargado de expandir el actual cementerio, conservando las ruinas del templo abandonado, y añadiendo nuevos elementos. Uno de los más insignes es el Ángel Exterminador, una escultura monumental de Josep Llimona que, estaba destinada a ser parte del Mausoleo del primogénito del Marqués de Comillas, pero que dado su inmenso tamaño y la imposibilidad de ubicarla donde estaba destinada, fue donada a la ciudad. Ahora, domina el paisaje de Comillas desde lo alto del cementerio, una presencia misteriosa que susurra historias olvidadas y secretos enterrados en el pasado.
Cementerio de La Ballena, Castro Urdiales: Un Lugar de Descanso Junto al Mar, Donde las Sombras se Mueven
La Ballena, que es como se conoce en Castro Urdiales este cementerio, yace en los acantilados junto al Cantábrico. El sonido del mar y las sombras que se deslizan entre las tumbas crean un ambiente de inquietud. Este cementerio aislado del mundo de los vivos, se impone por su teatralidad, y está considerado uno de los cementerios más bellos de España. Se accede por una portada monumental, concebida como espacio de transición entre el mundo de los vivos y de los muertos.
En la parte alta y con las mejores vistas, están los panteones principales y más monumentales de la clase social pudiente, desde donde comienzan a discurrir los enterramientos en sendas calles que descienden de oeste a este, en suave pendiente hacia el mar. Las tumbas, muchas de ellas adornadas con elementos marinos, reflejan la profunda conexión de Castro Urdiales con el océano y sus misterios. La Ballena es un lugar donde la belleza y el misterio se funden en perfecta armonía, creando una sensación de que las sombras esconden historias antiguas y secretos olvidados. Entre sus paredes descansan los restos de personajes ilustres de la historia local, regional y nacional, como el arquitecto regionalista Leonardo Rucabado y el gran músico y compositor Arturo Dúo Vital.
Explorar estos tres cementerios durante el día puede revelar su belleza y singularidad, pero hacerlo de noche, bajo la luz de la luna y con la brisa del mar como única compañía, te llevará a una experiencia que desafía la percepción convencional. Ir a descubrirlos es mucho más que una visita turística convencional; es una inmersión en la cultura, la historia y el arte de Cantabria. Así que, cuando planifiques tu próximo viaje a Cantabria, considera incluir estos tres cementerios en tu itinerario. Te llevarán en un viaje a través del tiempo y te brindarán una visión única de la rica historia y cultura de esta hermosa región.
Sumérgete en la belleza y el arte, visita la naturaleza en su entorno y descubre por qué estos camposantos en Santander, Comillas y Castro Urdiales son mucho más que simples lugares de descanso. No en vano, estos cementerios se mencionan en todas las rutas culturales de esta índole en Europa.
