Un total de 72 estudiantes ciegos de Cantabria comienzan el curso con el apoyo de la ONCE

Un total de 314 estudiantes ciegos vuelven a las aulas de Castilla-La Mancha con el apoyo de 17 maestros
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Un total de 72 estudiantes ciegos o con discapacidad visual de Cantabria afrontan estos días el comienzo del curso escolar con el apoyo de los equipos de atención educativa de la ONCE, que garantizan su inclusión educativa y social.

Según ha informado la ONCE, durante este curso 2023/24, los 72 alumnos ciegos y con discapacidad visual de Euskadi se reparten, por nivel educativo, de la siguiente manera: 10 escolares participan en la Educación Infantil; 19 están escolarizados en Educación Primaria; 6 han llegado a la Educación Secundaria Obligatoria; 4 cursan Bachillerato; 4 se preparan en la Formación Profesional; 10 estudian en la Universidad; y 19 están inscritos en otro tipo de enseñanzas.

Desde la organización se impulsa el modelo de educación inclusiva, por lo que más del 99% de los 7.187 alumnos ciegos o con discapacidad visual que se incorporan a las aulas estos días en toda España lo hacen en centros ordinarios, de forma que el alumnado sigue las mismas pautas y directrices que el resto de compañeros sin discapacidad visual.

Los equipos específicos de atención al alumnado con discapacidad visual cuentan con maestros tanto de la ONCE como de la Administración especializados en discapacidad visual que acuden a los centros educativos en los que se escolariza un alumno ciego o con baja visión.

Pero la escuela no se restringe a la adquisición de contenidos curriculares, sino que es "el ámbito propicio" para que niños y jóvenes alcancen competencias trasversales que les permitirán su desarrollo pleno y su inclusión educativa y social, han valorado desde la ONCE.

Para el desarrollo de estas competencias, los equipos específicos de la ONCE cuentan con una serie de profesionales que intervienen con el alumnado de manera multidisciplinar, atendiendo a las necesidades detectadas por el maestro coordinador de caso en las distintas áreas con el objetivo de lograr un funcionamiento óptimo en su vida cotidiana, escolar y social acorde a su edad y nivel madurativo.

Profesionales de la psicología, trabajo social, técnicos de rehabilitación, instructores de tiflotecnología y braille, profesionales de la animación sociocultural o mediadores para el alumnado con sordoceguera son algunos de los perfiles que contribuyen al desarrollo integral y la plena inclusión del alumnado.

Junto a la intervención individual, cobran especial importancia las Escuelas de Familias, en las que se abordan temas específicos vinculados a las necesidades generales de los niños con ceguera en cada momento evolutivo, así como jornadas formativas y lúdicas.