El Centro Social de Mayores de Camargo ha acogido este martes la puesta en marcha del primero de los dos talleres gratuitos de estimulación cognitiva dirigido a personas mayores de 50 años que la UNATE-Universidad Permanente impartirá este año en el municipio.
Se trata de una iniciativa que cuenta con la colaboración de la Concejalía de Educación, Familias y Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Camargo y el apoyo del Instituto Cántabro de Servicios Sociales del Gobierno de Cantabria.
La concejala de Asuntos Sociales, Teresa Pilar Fernández, y la concejala de Mayores, Marián Vía, han dado la bienvenida a la veintena de alumnos del primero de los talleres, que se va a impartir en este centro dependiente del ICASS todos los martes hasta el 5 de noviembre, y han agradecido a los alumnos su interés por tomar parte en esta actividad "que busca ayudar a mejorar la calidad de vida de los participantes y a trabajar las habilidades de la memoria".
Se llevará a cabo un segundo taller en la Casa de Cultura Francisco Díez Díez de Cacicedo de Camargo los martes, del 12 de noviembre al 17 de diciembre, con otras veinte plazas disponibles, ha informado el Ayuntamiento en nota de prensa.
Las inscripciones gratuitas para esta segunda actividad aún están abiertas, y las personas interesadas en participar o en recibir más información pueden contactar con el teléfono 942 228 922 o el correo electrónico [email protected].
CONTENIDO
Durante las sesiones, impartidas por la psicóloga Rebeca Martínez, los participantes van a realizar ejercicios destinados a mantener el funcionamiento del conocimiento con el fin de retrasar el deterioro de habilidades como la memoria, el lenguaje, la atención, la concentración, el razonamiento, la abstracción, las operaciones aritméticas, etc.
En concreto, los contenidos de los talleres abarcan aspectos como la estimulación sensorial para incentivar los diferentes sentidos; el desarrollo de tareas básicas de orientación y atención; la realización de ejercicios para trabajar la memoria reciente, la memoria remota, y la memoria ejecutiva; el entrenamiento de habilidades de vocabulario, léxico, denominación de objetos y situaciones, comprensión, expresión escrita, etc; y la realización de ejercicios sencillos de cálculo.
Para ello, emplearán una metodología participativa en la que los asistentes pueden trabajar con los sentidos, con el fin de que incorporar a su vida cotidiana rutinas y trucos que les permitan prevenir el deterioro cognitivo.
